Diez años comunicando

Este humilde servidor está de aniversario. Y si  en un año pasan miles de cosas, han de imaginarse entonces cuánto habrá acontecido en una década exacta; pero no basta con solo imaginar, también se puede leer y confirmar, porque felizmente  todo está registrado en nuestras páginas.

Al recibir la graciosa orden de escribir la editorial, por parte del director de esta publicación, con quien por cierto solemos escribirla juntos, comencé a recordar los inicios y el desarrollo de este periódico, y les juro que hay mucho que recordar y mucho por escribir. Sin embargo, intentaré ser precisa y justa, repito, solo intentaré,  ya que en ocasiones suelo extenderme en líneas y palabras.

El 30 de abril de 1999 los habitantes de Sopó notaron que  bajo las puertas de sus casas una hoja a blanco y negro flirteaba  por causa del viento,  e invitaba a quien la observaba  a tomarla en sus manos y a leerla con curiosidad.  “Segundo Reinado municipal ” decía; paso a seguir la programación del evento y otras notas de particular interés.  ¿De qué se trataba todo esto?  Pues nada más y nada menos que de un nuevo medio de comunicación que nacía en ese entonces en el municipio de Sopó, un medio impreso alternativo titulado El Hablador.   A partir de ese entonces, primero semanal, después quincenal y ahora mensual, el periódico que se nos creció en formato, diseño y contenido, circula puerta a puerta en las casas de los habitantes de Sopó.

Para aquellos que aún no saben  porque se  llama El Hablador, les recuerdo que el nombre fue inspirado en la obra de un novelista latinoamericano donde un indígena palabrero cuenta y canta las historias de su pueblo, y se convierte en una especie de cronista en una comunidad ávida de alguien que registrara la historia, porque es bien conocida aquella mentada frase: “un pueblo sin historia…”

Ustedes entenderán que como me siento también de cumpleaños pues pienso hacer la fiesta. Para esto averigüé cuestiones de protocolo, tema del que he aprendido un poco por encontrarme en el país de la “elegancia” como lo es Francia, no podía dejar pasar el verso, después de tanto esfuerzo.

Me encontré pues con la historia de los aniversarios,  los aniversarios de las bodas para ser más exactos,  y haciendo alusión a un artículo de esta edición tan especial, el cual dice que  tenemos derecho a la libre personalidad y a escoger pareja y si se quiere “trieja”, les revelo entonces un secreto, El Hablador nació como un trío entre Julián Rodríguez, Teresa Sánchez y quien escribe, Carolina Cano.  El primero como director y diseñador, la segunda como  gerente, y esta última como periodista y redactora o más bien, Habladora.

Preguntarán entonces porqué hablo de bodas, y  respondo  con absoluta seguridad, que  hace 10 años  El Hablador contrajo un simbólico matrimonio entre su equipo de trabajo y la comunidad soposeña.

Dice la información encontrada que  al celebrar la fecha de una boda se da paso al comienzo de una nueva etapa en la vida y de un proyecto en común: “El aniversario es un momento especial para recordar entre los contrayentes, siendo acto tradicional la entrega de un regalo” así es que siguiendo las reglas de la  etiqueta, aceptamos de nuestros lectores lluvias No de sobres pero Sí de pautas. (pueden dirigirse a nuestra oficina).

Resulta que desde que se instauró la tradición, las parejas cumpleañeras recibían obsequios confeccionados de diferentes materiales, evolucionando desde los más frágiles hasta los más fuertes, conforme iban pasando los años; fueron esos materiales los que dieron origen a los nombres que actualmente conocemos: cristal, plata, diamantes, oro, etc.  Y entonces les puedo decir que El Hablador felizmente ha celebrado ya sus bodas de papel,  algodón, cuero, lino y madera. Uno, dos, tres, cuatro y cinco años respectivamente.

En el 2005, aniversario número 6, es decir para las bodas de hierro, nuevos personajes integran nuestra mesa de redacción, el formato cambia, el equipo crece, las secciones también. Los lectores descansan un poco de los artículos de esta servidora y ella descansa también de escribir todo un periódico.  Ese año  un nuevo aire entra en la relación periódico – comunidad, el Hablador se siente querido y respaldado por sus lectores y como otro punto a favor, entra en la web.

Con un equipo de diseño y redacción más grande y más fuerte continuamos comunicando y celebrando pues las bodas de lana, bronce y barro, hasta llegar al 2009, al cumpleaños número 10, y según el protocolo, a las Bodas de Aluminio.

En una década de trabajo, con altas y bajas, con momentos de circulación continua y otros de receso,  El Hablador  ha logrado convertirse en un bien común de la comunidad soposeña. Ha cumplido con informar, con comunicar, y con educar, hasta el punto de llegar a convertirse en una pequeña escuela de periodismo en Sopó.  Muestra de ello es el actual equipo de Zona Joven, donde sus integrantes que no superan los 20 años demuestran a la población que la juventud soposeña se interesa y se preocupa realmente por el acontecer de su municipio, entonces investigan y escriben.

Y tal vez, al ver hoy en día, que con el tiempo al trío fundador se unieron personas de diversas profesiones: abogados, fotógrafos, politólogos, ingenieros,  artistas, deportistas, educadores, diseñadores, amas de casa, estudiantes, comunicadores,  y un grupo considerable de jóvenes, tal vez sea eso, lo que nos motiva, primero a celebrar con una edición impresa y página web de lujo,www.elhablador.net; segundo a decir que El Hablador es el periódico de los soposeños y tercero a continuar con este ejercicio y compromiso periodístico en el municipio de Sopó.

No vale la pena hablar de la seriedad y la labor de historiador con la que ha cumplido este periódico, basta con revisar nuestro archivo para saber que lo que se ha hecho se ha hecho bien, con profesionalismo y con pasión. Ustedes  como lectores y protagonistas de lo que se escribe,  y nosotros en la mesa de redacción,  hemos contribuido a que esta relación se fortalezca con los años y que en el 2009 celebremos con distinción nuestro aniversario número 10. Cumple años Sopó, cumple años El Hablador. No nos resta sino dar un fuerte gracias a todos, y proponer un simbólico brindis, deseando que el romance continúe.

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