El acueducto que ahogó a Sopó

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El informe de auditoría de la Contraloría General de la República, de agosto de 2013, hace referencia a las obras adelantadas en el municipio de Sopó para la construcción del Acueducto del Río Teusacá, en el que se encontraron dos hallazgos administrativos de tipo fiscal que comprometen las actuaciones de los funcionarios de la Alcaldía Municipal y de EMSERSOPÓ involucrados en la gestión del proyecto, el primero por valor de $ 4.030,1 millones y el segundo por valor de $ 643,5 millones de pesos, para un total de $ 4. 673 millones de pesos, recursos provenientes de regalías y del PDA del Municipio de Sopó. Los hechos más relevantes del caso y las impresiones textuales del informe se resumen a continuación.

El proyecto “Acueducto Río Teusacá”

El proyecto nació en el 2010 por iniciativa de la administración municipal de entonces, que decidió independizar el servicio del Acueducto de Tibitoc para crear un sistema propio en el municipio alimentado por el Río Teusacá. El proyecto consistía en una planta de tratamiento de agua potable ubicada en Puente Adobes y una línea de conducción de aproximadamente 3.500 metros hasta un tanque de almacenamiento en la Vereda El Chuscal, donde posteriormente sería distribuida al casco urbano y centros poblados de Sopó. El proyecto contemplaba obras de captación, conducción, tratamiento, almacenamiento y distribución, aun cuando Sopó no tenía ninguna experiencia en tratamiento de aguas.

El proyecto planteó un sistema con capacidad superior a la técnicamente viable, sin prever la cantidad de agua que sería otorgada por la Corporación Autónoma Regional, CAR “de otra parte la planta de tratamiento de agua potable fue diseñada para una capacidad de 70 litros/segundo, mientras que la concesión de agua aprobada por la CAR es de 29,82 litros/segundo, lo cual representa un sobredimensionamiento que ocasiona mayores costos y hace que técnicamente la planta sea ineficiente e inviable, por no contar con el suministro requerido de agua” Pág. 19 Informe de auditoría de la Contraloría

Por otra parte, según registros de caudales de la CAR, estación Puente Adobes, sitio del cual sería extraída el agua muestra un porcentaje de sequía progresivo a través de los años y evidencia menos de los 70 litros/segundo de capacidad presupuestados inicialmente en el proyecto, constituyéndose esta situación en un riesgo para los habitantes del municipio al plantear un acueducto sobre una fuente hídrica insuficiente, ya que como mínimo ésta debía tener de 1.5 a 2 veces el caudal del presupuesto inicial del proyecto. Esto quiere decir que para el acueducto planteado, se requería como mínimo una fuente hídrica de 105 a 140 litros/segundo. Aun así, el proyecto siguió en marcha y fue solicitado un permiso de ocupación de cauce para la ubicación de la bocatoma para los 29.82 litros/segundo aprobados por la CAR, en un terreno de propiedad privada, cuyo trámite de compra no se había legalizado.

El proyecto ya había sido presentado y viabilizado por el Ministerio de Vivienda sobre un predio que no pertenece al municipio, así que fue necesario buscar y adquirir un nuevo terreno que se localiza frente a la urbanización Toscana, terreno sin acceso pues se encuentra limitado por un jarillón que impide el paso al mismo. Por lo anterior fue necesario incluir la construcción de un puente, no previsto inicialmente en el proyecto, que conectara la vía de La Violeta con el lote donde estaría ubicada la planta de tratamiento; al respecto la Contraloría indica: “se evidenció que en desarrollo del contrato 020/2010 se diseñó un puente sobre el río Teusacá, obra no prevista dentro del proyecto inicial aprobado por el Ministerio de MAVDT, por valor $ 130.5 millones. El diseño técnico del puente no incluyó el diseño de ingeniería para los accesos al mismo, ni los recursos para adelantar dichos diseños, ni para ejecutar las correspondientes obras, ni para adquirir los terrenos colindantes necesarios, por lo que el puente no está prestando ningún servicio ni cumpliendo el propósito para el cual fue diseñado, por lo tanto hay una pérdida de inversión del recurso” Pág. 20. Informe de auditoría de la Contraloría.

Este terreno está protegido por un jarillón que impide la entrada de agua cuando aumenta el caudal del río pero igualmente impide la salida de aguas lluvias por lo que no está protegido contra inundaciones; construir una planta de tratamiento en un terreno con altas posibilidades de inundación presenta un riesgo inminente para la inversión de los recursos y para la futura operación del acueducto pues la planta podría quedar fuera de servicio por inundación, por lo que era necesario contar con un sistema de drenaje, pero no se disponía ni de los recursos ni con los estudios y diseño de dicho sistema. Quienes todavía defienden el proyecto han planteado diversas soluciones de todo tipo pero las mismas son extemporáneas y nunca se proponen las posibles fuentes de recursos para los diseños y construcción. Sin embargo el proyecto siguió adelante.

Los tanques El Picacho

El terreno seleccionado para la construcción de los tanques de almacenamiento, llamado San Andreas, no ha sido adquirido por el Municipio, fue negociado pero nunca se legalizó el proceso de compra. El Ministerio de Vivienda avaló el proyecto, a pesar de que se exige la titularidad de los terrenos para adelantar las obras “Como parte de las obras contempladas en el objeto del contrato, estaba la construcción de un tanque de almacenamiento de agua con capacidad para 3200 m3, cuyos diseños fueron previstos de acuerdo con las características del terreno inicial donde se proyectó su construcción; sin embargo por cambio del lugar de construcción de dicha obra, no solo se cambiaron los diseños originales sino que también se decidió la construcción de (2) tanques, cada uno de 1650 m3, en un terreno donde el municipio no tiene títulos de propiedad, ocasionando con ello incremento de costos no sólo por el cambio de diseño de la obra, sino también por las mayores cantidades de obra y las suspensiones sobrevinientes por la falta de títulos sobre el nuevo terreno” Pág. 19 Informe de auditoría de la Contraloría.

Para construir el tanque, inicialmente contemplado en el nuevo terreno, era necesario remover una gigantesca porción del cerro, por lo que se decidió la construcción de 2 tanques cada uno de 1650 m3, que igualmente causaron graves daños al medio ambiente y al paisaje del municipio, además fueron ubicados en el terreno mencionado del cual el municipio no tiene título de propiedad. “Igualmente en la construcción de estos nuevos tanques de almacenamiento se dejaron de ejecutar ítems de la obra como sus edificios administrativos y el laboratorio, pues los recursos del contrato y del convenio 092 de 2009 fueron insuficientes, tomando en cuenta que fueron destinados para cubrir los sobrecostos ocasionados por la excavaciones para los tanques de almacenamiento en su nueva localización; con un agravante aún mayor que a la fecha, la obra continúa sin uso y no cumple con el objeto contractual”. Pág. 20 Informe de auditoría de la Contraloría.

Según los diseños aprobados, los tubos que conducirían el agua serían de 8 pulgadas en PVC, pero los ingenieros decidieron cambiarlo a 10 pulgadas y posteriormente a 12 y, el material también cambio a hierro dúctil sin justificación técnica alguna. “A las anteriores irregularidades se le suma el hecho registrado en el informe de la visita técnica realizada el día 10 de mayo de 2013, donde se evidencian obras de mala calidad tales como los ejes de las tuberías que deben empalmar, las cuales están desalineadas, los tanques de concreto presentan fisuras, el contratista de la obra no ha efectuado las respectivas pruebas de calidad (pruebas de presión para las tuberías y pruebas de estanqueidad para los tanques de almacenamiento)” Pág. 20 Informe de auditoría de la Contraloría.

Hay que precisar que la construcción de los tanques generó radicales afectaciones negativas para Sopó dejando una obra en área forestal de protección y de propiedad privada, sin estudios de suelos y sistemas de evacuación de aguas lluvias, además de haberse suprimido otras obras necesarias, con el fin de cubrir con ello los sobrecostos. Esto evidencia la falta de planeación y la improvisación constante que se vivió durante el desarrollo del proyecto que puso en juego recursos del estado y del municipio.

Que acciones ha adelantado la administración municipal ¡Sopó lo construimos todos!

Actualmente la administración municipal cuenta con un Plan Maestro de Acueducto para el municipio de Sopó que será incluido en el Plan de Ordenamiento Territorial. Respecto a la obra “Acueducto Río Teusacá” La Alcaldía ha gestionado convenios para que Emsersopo adelante los diseños para las obras de protección geotécnica y de recuperación geomorfológica de las excavaciones de los tanques de almacenamiento y, mediante convenio está ejecutando el análisis inmobiliario para sanear la titularidad del predio en el que fueron ejecutadas las obras para los tanques de almacenamiento.

Por su parte, Emsersopo está destinando los recursos para la realización de la pruebas técnicas de calidad que el contratista se ha negado a efectuar y que la interventoría ha omitido exigir, además ya se están ejecutando las acciones para recibir la obra en el estado en que se encuentra y proceder a las eventuales reparaciones de forma tal que sean de beneficio para la comunidad. La utilidad de la obra actual estará condicionada a los resultados de las pruebas de estanqueidad y almacenamiento que son una obligación no cumplida del contratista que ejecutó el trabajo.

 

Prensa Alcaldía de Sopó

 

 

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