¿Nos vamos a quedar sin montaña?

Esta es la historia de una de las montañas que pareciese hiciera parte del hermoso cerro Pionono y que hoy irrumpe en la bella vista paisajìstica de nuestro municipio. Sí, les estoy hablando de la cantera el Pedregal en el Chuscal, la misma de la que escuchamos mucho y conocemos poco.

Hace 90 años exactamente cuando se hizo necesario el empezar a construir las diferentes vías que comunicarían a nuestro Sopó con veredas y municipios aledaños, también se empezó a ver la necesidad de buscar un medio del cual extraer el material para la construcción de las vías que hoy nos unen con Guasca, Briceño, Zipaquirá y la Calera.

Para ese entonces, esta gran montaña era propiedad del señor Filemón Rodríguez, quien además de empezar la extracción para llevar a cabo las obras, regaló al municipio una parte de este terreno donde hoy se encuentra construido el salón comunal y la cancha de la vereda El Chuscal. La otra parte fue utilizada por el mismo municipio hasta donde dio el terreno para la respectiva explotación; hoy en día, esa misma parte está totalmente abandonada y no se ha hecho nada por recuperarla.

Lo que les quiero contar es la situación en la que hoy se encuentra la cantera El Pedregal, esa que se puede ver desde cualquier punto como un gran hoyo, una enorme ruptura, una destrucción ambiental que nosotros mismos causamos para sentirnos evolucionados a costa del medio ambiente. Fue aquí donde comenzó la actividad minera del lugar que aunque acabó con el medio, también favoreció a muchos. Hacia el año de 1994 se aprobó la recuperación geomorfológica del lugar, y se recuperó entre un 40 y un 50% del terreno de abajo hacia arriba. Sin embargo, cuando iban a comenzar con el resto de la recuperación, de arriba hacia abajo, se presentaron temores y quejas por parte de la actual administración municipal y por la misma comunidad. Como consecuencia de lo anterior la Corporación Autónoma Regional (CAR) llevó a cabo la respectiva medida preventiva, según resolución 295 del año 2004 para la suspensión de actividades de la industria restractiva. Dicha institución pidió una ampliación del plan de manejo más actualizado y específico; hace ya dos años y medio que este fue presentado y hasta la fecha no se ha recibido ninguna repuesta por parte de la CAR.

Además, es importante resaltar que hacia el 2003 el título minero otorgado por Ingeominas, había sido suspendido mediante resolución 142, por lo tanto la extracción de la zona estaba totalmente prohibida hace varios años como minería, pues paso a ser una zona de recuperación geomorfológica de acuerdo al ordenamiento territorial. Según Ricardo Rodríguez, representante de la Cantera, es necesario comercializar el material removido y de esta forma financiar la recuperación de la zona. Lo cierto es que sería agradable volver a disfrutar de un hermoso paisaje y hacer alusión a la frase que nos caracteriza, Sopó, Tierra verde y colonial.

Comenta además, Ricardo, que en este momento lo que preocupa principalmente es la gran cantidad de material suelto que hay en la cantera y que no puede ser removido, ya que los fuertes cambios de clima que se están presentando podrían ocasionar algún derrumbe o daños posteriores en lo que ya está recuperado. “Nos encontramos a la espera de una rápida respuesta por parte de las autoridades encargadas para retomar la recuperación de nuestro medio y que los responsables esta vez sí respeten y tengan en cuenta los requerimientos para llevar a cabo el proyecto de recuperación geomorfológica”

Sin embargo, son muchos los intereses políticos y particulares que se han generado alrededor de la cantera y ojalá, esto no siga siendo un impedimento para que podamos tener nuevamente nuestra tierra llena de vida y naturaleza. Esta es la voz de la comunidad que pide a gritos una rápida solución al problema.

Sobre Laura Guarumo

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