Más de 300 empresarios de diferentes sectores, participaron en esta jornada que tenía como finalidad presentar a las empresas y entes municipales, las metodologías y planes para la gestión del riesgo ambiental como mecanismo de protección del ambiente y los recursos naturales.
La Corporación Ambiental Empresarial (CAEM), filial de la Cámara de Comercio de Bogotá y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), realizaron el Seminario Internacional de Gestión del Riesgo Ambiental, con el objetivo de acompañar a las empresas de diversos sectores en la identificación, análisis y reducción de los riesgos ambientales asociados a sus actividades productivas.
El evento contó con la asistencia de más de 300 empresarios, quienes tuvieron la oportunidad de conocer los principales riesgos ambientales presentes en la región, la normatividad relacionada, y las estrategias que entidades como la CAR, la CAEM, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Departamento Nacional de Planeación – DNP, KPMG, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres – UNGRD, el Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático – IDIGER, la Fundación CoMunidad (Panamá) y la British Standards Institution (México) han implementado para la mitigación, previsión y gestión del riesgo en sus respectivos territorios de incidencia.
Este espacio se genera a raíz de la gran necesidad de los empresarios y el panorama actual de las diferentes actividades económicas que se desarrollan, y que llevan consigo procesos que involucran el uso de sustancias químicas y contaminantes al aire, suelo y agua de los territorios. Además, la necesidad de conocer esas emisiones o transferencias y los riesgos que conllevan para la vida humana y el medio ambiente.
A nivel mundial, son 51 países los que ya han incluido planes de acción para fortalecer la gestión del riesgo ambiental relacionado con el manejo de las sustancias químicas. Sin embargo, ahora es el turno de Colombia a través de la implementación del Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) a cargo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, con el cual los colombianos podrán conocer el uso de las sustancias químicas por parte de las empresas y su verdadero impacto medioambiental.
Durante el presente año, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible ha adelantado un proyecto polito sobre el RETC y se espera que para el 2020 la entidad lo reglamente. Llevar a cabo estos procesos permite que el sector empresarial conozca mejor las estadísticas, pueda compararse con otros, controle sus emisiones e identifique impactos y posibilidades de mejora.
“Como sabemos la actividad industrial implícitamente lleva consigo afectaciones al medioambiente, ya sea de forma directa o indirecta. Sin embargo, este tipo de espacios lo que buscan es que, entre todos, el sector productivo, las entidades públicas, la academia y las organizaciones no gubernamentales, trabajemos para centrar nuestros esfuerzos en el cumplimiento de la Ley 1523, en lograr construir territorios que cumplan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y honrar el compromiso que adquirió el país en la COP 21 en Paris”, manifestó Fabiola Suárez, directora de la CAEM.
Así mismo, desde la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR, se actualizarán los mapas de gestión del riesgo, los cuales serán un insumo definitivo para la consolidación de los planes y esquemas del plan de ordenamiento territorial. “Con este insumo, no habrá posibilidad que ningún territorio asociado a la autoridad ambiental, 98 municipios de Cundinamarca y 6 de Boyacá, procedan a revisar y articular sus esquemas de ordenamiento territorial, sin antes tener incluidos los nuevos mapas”, afirmó Néstor Franco, director general de la CAR.
Las herramientas destacadas durante el desarrollo del seminario no solo pretenden mostrar el impacto medio ambiental, también buscan que el empresario pueda conocer los costos que estas amenazas generan dentro de su organización. En el caso de Colombia, según el Ministerio de Hacienda, los desastres naturales le han costado al país $US 7.000 millones (entre 1970 y 2011). Estas iniciativas buscan reducir estas cifras y preparar a los empresarios para afrontar los riesgos, dentro y fuera de sus organizaciones.
Fuente CAEM