La Expedición Botánica, como la conocemos, fue inspiración de la inquieta y brillante mente de José Celestino Bruno Mutis y Bosio (Cádiz 1732 Bogotá 1808), quien llegó a la Nueva Granada en 1760 como médico personal del Virrey Pedro Messía de la Cerda.
En Santafé, Mutis dicta además cátedra en el Colegio del Rosario y realiza continuos viajes a Mariquita, donde se ha encargado de la explotación de unas minas; estos viajes, le permiten observar la diversidad de especies vegetales y conocer la utilidad de algunas plantas que los indígenas usaban como medicinas; el uso de estas plantas y los resultados que obtenían los nativos, despertaron en el sabio la curiosidad científica, que unida a los conocimientos adquiridos por sus estudios con el sabio sueco Carlos Linneo, lo animaron a iniciar la recolección de especies para análisis y a crear su primer Herbolario.
La quina fue una de las primeras plantas que llamó la atención de Mutis, al observar cómo la utilización de esta curaba a los indígenas, así que mutis realizó un profundo estudio que denominó “Quinología” y lo envió con muestras al rey, solicitando autorización y recursos para emprender formalmente la investigación de flora y fauna de la Nueva Granada.
Dentro de los nacionales sobresalientes que imprimieron su huella en esta Expedición Botánica, se encuentran el prócer y primer científico colombiano Francisco José de Caldas,(17681816) quien desde Popayán, su centro de actividades y ciudad natal, colaboró con la expedición, recopilando especies, haciendo análisis y remitiéndolos a Mutis, hasta 1805 cuando es contratado como Jefe del Observatorio Astronómico y viaja para radicarse en Santafé.
Otros ilustres hombres granadinos que hicieron valiosos aportes a la expedición fueron, Jorge Tadeo Lozano, con sus estudios sobre “fauna Cundinamarquesa”, Eloy Valenzuela, sacerdote y subdirector de la Expedición, Francisco Antonio Zea, naturalista que realizó los primeros estudios sobre el veneno de las serpientes y Francisco Javier Matiz, cundinamarquéz nacido en Guaduas, el más notable de los pintores de la expedición, su obra se calcula en cerca de 7.000 cuadros de plantas, minerales y animales.
El Sabio Mutis, logró reunir en sus investigaciones de “flora Granadina” los estudios de más de 20.000 plantas y 7.000 especies animales, que fueron pintadas en láminas por nuestros dibujantes. La ruta de la expedición cubrió cerca de 8.000 kilómetros a lo largo del río Magdalena y algunas ciudades adyacentes, como: Santafé, Zipaquirá, Fusagasuga, Tocaima, La Mesa, La Palma, Tena y Muzo entre otras.
El Banco de la República y la biblioteca Luis Angel Arango, para conmemorar los 200 años de la muerte del Sabio Mutis, tienen en curso varios programas, que divulgan las importantes actividades de la Expedición Botánica.