De manera exitosa culminó en su primera quincena el proceso de recolección de leche por parte de la Cooperativa Multiactiva de Productores de Leche de Zipaquirá, Zipalac, primera y única organización asociativa de este tipo en la región. Están demostrando que basta con hacer uso de la fuerza de la unidad para conseguir precios más justos y equitativos por la leche. Un sueño, una quimera, hasta ahora.
Pese a que desde su nacimiento en diciembre pasado la organización cooperativa no ha desfallecido un instante en tocar puertas y presentar proyectos e iniciativas tendientes a dotarse de las herramientas técnicas y logísticas necesarias para agregarle valor a la leche, tomaron una decisión trascendental: empezar a actuar como empresa desde ahora. Y ese fue el toque que hizo la diferencia.
Un primer grupo de los asociados, así como algunos productores que todavía no se habían afiliado a Zipalac, decidieron juntar sus pequeñas o medianas producciones para salir a buscar un mejor precio por la leche, en volumen, y lo consiguieron. Comprometiéndose, eso sí, a garantizar calidad, tema que no les preocupó ya que hizo parte del ideario mediante el cual crearon al organización cooperativa en diciembre del año pasado. A todas luces, la desunión de los productores de leche es lo que ha servido para que el mercado quede a merced de cruderos e intermediarios que hacen su agosto, beneficiando con ello también a las grandes pasteurizadoras.
Y los resultados no han podido ser más alentadores, según lo reportó Patricia González Castañeda, médica veterinaria que se desempeña como tesorera de la Cooperativa de Productores de Leche de Zipaquirá. “Algunos de nuestros asociado vieron incrementar sus ingresos por la venta de la leche hasta en un 25%”, señaló al momento de realizar los primeros pagos por el ejercicio.
Por su parte, el gerente de la cooperativa, Fernando Quintero Rivillas, fincó sus esperanzas en la etapa que sigue: “con el apadrinamiento de la Alcaldía de Zipaquirá estamos montando nuestro Centro de Acopio en una bodega de la Plaza de Mercado, con el fin de instalar allí el tanque frío: entonces podremos remunerar todavía mejor el esfuerzo y el trabajo de los productores de leche del municipio y la comarca. Son el eslabón más débil de la cadena y, paradójicamente, el más importante”.