A partir de ahora el ingreso a Sopó no volverá a ser el mismo, gracias a los casi 70 habitantes del Municipio que aceptaron el reto de intervenir artísticamente las bancas que están en el sendero que va desde Alpina hasta el Santuario.
Luego de cortadas, trasnochadas y varios esfuerzos, adultos, jóvenes y niños convirtieron sillas que normalmente sirven para sentarse a conversar, amarrarse los zapatos o comer helado en una experiencia visual gracias a Bancarte un proyecto de la Administración Sopó lo Construimos Todos, que se inauguró el pasado sábado 31 de mayo en el marco de la celebración de los 361 años del Municipio.
Sobre las 4: 00 p.m. las señoras Cifuentes daban el último toque a su banca, mientras Juliana, repasaba lo que podría decir de esta obra de arte que desde hace un mes trabajaron en familia “nuestra banca quiso representar la fauna del municipio” repetía, la diseñadora de “Palacio Migratorio”, título de la banca.
Al igual que esta familia, muchos de los autores de estos mosaicos realizados con cerámica ponían los últimos detalles de este proyecto que inició hace casi 4 meses cuando se convocó a varias personas para que hicieran su propuesta y plasmaran en una banca su creatividad.
Alberto Lesmes, artista soposeño, presentó dos bancas alusivas a la fauna de la región, en una, plasmó con sus manos el Pez Capitán del que se considera, quedan pocos en la zona. Como un homenaje a esta especie, el Artista, trabajó en un concepto en el que el agua, representada en un pequeño círculo, alerta sobre la situación de la fauna y del medio ambiente.
En su siguiente obra, y siguiendo la misma línea construyó una rana, que según él representa el nacimiento de “su amor por la cerámica”, ya que cuando inició en el oficio pintaba estos animales a los que considera su musa.
La mayoría de las 43 bancas, resaltan los ancestros y las imágenes icónicas de Sopó. Algunos trabajaron en representar la Iglesia, otros, el Cacique Sopó. Desde la vereda de la Violeta, Beatriz Mendoza quiso exponer el Maíz como la iluminación del ser humano.
Unas de las poblaciones más participativas fueron los 28 jóvenes de la Institución Educativa de la Violeta quienes liderados por Amanda Pulido, profesora del plantel, se animaron a trabajar en esta iniciativa. Orgullosa, la Maestra expresó que la experiencia fue “inigualable” al que ver a sus estudiantes trabajando unidos en la realización de cada una de las etapas del proyecto.
En el sendero, también hubo espacio para los abuelos, los integrantes del grupo de Centro Día del Municipio dejaron huella en la llamada cuarta con cuarta, allí, quisieron inmortalizar un regalo para las futuras generaciones. Ellos, también llamaron a que la comunidad cuide y respete las obras.
Leonardo Rojas, joven del Municipio no pudo ocultar su emoción, las lagrimas de sus ojos expresaron la gratitud y satisfacción de su trabajo luego de una explicación en donde describió el significado místico de cada detalle de la silla que queda a pocos pasos de su casa y que ahora siente más propia que nunca.
Detrás de esta experiencia de vida para los participantes estuvo la ceramista, Consuelo Rodríguez, a quienes muchos agradecieron por guiar sus ideas a una bella construcción artística que apenas inicia pues se espera una segunda etapa.
Para los líderes de esta iniciativa “la intervención de las bancas busca armonizar y decorar la ruta turística de Sopó”.
Al llegar a la última banca, los artistas no son los únicos que tienen los ojos brillantes por los sentimientos, los turistas o los visitantes que habían sido indiferentes con las bancas de cemento ahora descubren a través del taco y la vista el sentido de pertenencia y la cultura del Pueblo.
Fotos por Javy Covaleda