El Hablador Periódico de Sopó
Por Daniela Páez Cardozo.
Noruega es hoy en día uno de los países más ricos del mundo, gracias a los grandes recursos petroleros y gasíferos que posee. Se calcula que alrededor de veinte millones de barriles de petróleo se han extraído, desde que se inició la producción en 1971.
Tras el boom del petróleo, la economía creció y Noruega pasó de ser uno de los países mas pobres de Europa, en los anos 60, a un país con una economía sostenible y muy atractiva para miles de inmigrantes que continúan llegando de todas partes del mundo.
Oslo, capital de noruega, es una ciudad que crece aceleradamente sobre la costa de un fiordo, él cual lleva su nombre. Una ciudad relativamente pequeña, a los ojos de cualquier bogotano, quien ha crecido entre millones de personas y en medio de una ciudad que nunca termina de conocerse, por sus numerosas calles y barrios que la conforman.
A comienzos de este año fueron registradas 643.464 personas residentes en Oslo. Una cifra que representa tan sólo el 17 por ciento de la población en Bogotá, que para el 2013 ascendió a 8.363.782.
Bogotá es una ciudad que ha desbordado sus fronteras y se ha extendido a lo largo de las montañas que la rodean, muchas personas han llegado a Bogotá huyendo de la guerra o del olvido que se vive en el interior del país. Se calcula que en Bogotá nacen 14 niños cada hora, mueren 3 personas cada hora y 2 personas emigran cada dos hora, muchas más de las que dejan la ciudad.
En Oslo nacen en promedio 27 niños al día y mueren 11 personas, en situaciones no relacionas con criminalidad y llegan 125 personas por día, venidas del extranjero o de otras ciudades del interior.
De acuerdo con a la sección nacional de homicidios de la policía de Oslo, el año pasado se registraron 7 asesinatos, mientras que en Bogotá, para el mismo año, fueron reportados 1.114 homicidios.
Para cualquier ciudad del mundo, un acelerado crecimiento de la población, resulta ser uno de los principales tareas, que el gobierno debe asumir en su agenda, y una de estas medidas debe ser trabajar por la adecuación de infraestructuras, para asegurarle a cada ciudadano un lugar donde residir, en primera instancia.
En Bogotá el incremento de población desplazada, nos ha dejado un cinturón de miseria en las periferias. La mayoría, han ocupado un terrero baldío y han levantado su casa con materiales no perdurables como cartón o plástico. Además, viven en zonas tan marginadas donde el acceso a la escuelas o a los centros de salud es casi nulo.
Para este año, el gobierno dentro de su programa Minvivienda, entregará 100.000 viviendas gratuitas a las familias con menos recursos a lo largo del país. Cifra que es irrisoria, frente a los 700.000 personas que viven en la mas extrema pobreza en estas zonas, tan sólo en Bogotá.
Por otra parte, Oslo ha tenido muy buenos resultados en materia de bienestar general, como demuestra el hecho de que se encuentra entre las ciudades con calidad de vida. Sin embargo, existen algunos problemas relacionados con infraestructura urbana y es evidente que la ciudad necesita mayor inversión y mejoras para subsanar la demanda de vivienda y escuelas.
En la ciudad escandinava, hoy existen escuelas hacinadas, muchos estudiantes aún esperan un cupo en el colegio y los nuevos llegados presentan problemas a la hora de encontrar vivienda. Todo esto como consecuencia de la inmigración que se ha duplicado en los últimos años y la cual ya representa un 28% de la población. Pero el estado estará en la capacidad de asegurar a cada ciudadano o residente los recursos más básicos, por ello ha destinado un presupuesto de 8 billones de pesos colombianos, para suplir la demanda.
Øystein Eriksen Søreide, reconocido político noruego y quien desde el 2013 ha sido comisionado en salud y servicios sociales para la comuna de Oslo, piensa que el problema de vivienda en Bogotá debe ser abordado por el gobierno central para asegurarle a las personas , que así, más lo necesiten, un lugar donde vivir.
Así mismo explica que en Oslo, una persona legalmente residente tiene el derecho a una vivienda. Si no se cuenta con un empleo o dinero suficiente, el gobierno le podrá otorgar una residencia y un subsidio que cubrirá gastos básicos de alimentación y el pago de los servicios públicos.
El derecho a la educación es otra aspecto que está presente en la agenda política. De acuerdo con las cifras del último censo en Bogotá del 2005, el 13,7 por ciento de la población que reside en la capital colombiana, alcanza un nivel educativo de grado superior. Un 3 por ciento logra avanzar hacia una especialización, maestría o doctorado.
Según las estadísticas del 2013, generadas por la comuna de Oslo, cerca del 50% de la población tiene estudios superiores, porcentaje que ha incrementado en los últimos años, ya que en el 2007 el porcentaje de personas con estudios universitarios alcanzó el 47 por ciento.
Sin embargo, en la ciudad de Oslo se evidencia un grave problema de deserción escolar, según un informe de la misma comuna. Sólo el 76 por ciento de los jóvenes entre 16 y 21 años de origen noruego, termina su secundaria. Un 67 por ciento de jóvenes, de padres inmigrantes y nacidos en el país, logran graduarse y tan sólo el 57 por ciento de los jóvenes que han venido del extranjero, terminan sus estudios. Un 60 por ciento de los estudiantes que han dejado la secundaría encuentran trabajo, pero tan solo tres años después de la deserción.
Quizás los noruegos comienzan su vida laboral a edades más tempranas que la media europea, posponiendo sus estudios por un tiempo. El mercado laboral les ofrece suficientes puestos de trabajo, con sueldos que proporcionan un bienestar económico, pero también entienden que si deciden continuar sus estudios pueden acceder a puestos de trabajo mejor remunerados y con mayor status.
Es importante destacar que la educación en noruega es gratuita de principio a fin. Desde que se nace hasta que se alcanza un doctorado en la Universidad. No existe escuelas privadas y hay un periodo de escolaridad obligatoria de diez años, a partir de los seis años de edad. Existen subsidios por desplazamiento, si la escuela o universidad no esta cerca de casa, como también, subsidios de vivienda.
Otro aspecto interesante es que en noruega los alumnos no repiten año escolar. Las notas hacen que se dividan los alumnos entre buenos y malos estudiantes, esto también repercute en el rendimiento general, desmotivación y se crean estereotipos, que para la sociedad noruega no existen, porque aquí la IGUALDAD, es una palabra que se escribe con letra mayúscula. Se trata de crear sistemas no selectivos e integradores que ofrecen a todos los estudiantes oportunidades similares. Además las tasas de repetición puede ser costosas para el país y atrasan al estudiante a la hora de entrar al mercado laboral.
En Bogotá la lejanía de los colegios, una o dos horas en los peores casos, los problemas económicos y la inseguridad alrededor de los planteles siguen incidiendo en el numero de jóvenes que abandonan el colegio antes de terminar.
Existe una gran preocupación por parte de la Secretaría distrital de Bogotá, por la alta tasa de deserción, pese a los programas gratuitos y de alimentación que las escuelas publicas ofrecen. De 1.025.737 estudiantes matriculados el año pasado 35.800 desertaron. En los últimos cinco años, esa tasa subió del 3,2 por ciento (2005) al 3,7 por ciento (2009), y se mantiene para el 2010.
Otro tema que preocupa a los capitalinos son las cifras de reprobación que en el 2012 alcanzaron los 75.000 estudiantes. Aunque se ha reducido en un 2 por ciento, en lo corrido de los dos últimos años, no deja de ser una razón más, para que los estudiantes decidan dejar las escuelas.
En Colombia muchos estudiantes que están ausentes de las aulas, no ven rentable continuar con sus estudios, en su mayoría sus padres tampoco fueron a la escuela y comenzaron a trabajar desde muy jóvenes o existe una desmotivación por el alto grado de desempleo en jóvenes que al terminar la universidad no encuentran puestos de trabajo. El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas en su último informe sobre el desempleo en los colombianos entre 14 y 28 años destacó que el desempleo juvenil descendió al 16 por ciento.
Tener un buen nivel educativo es un requisito importante para encontrar empleo en noruega, sin ninguna certificación difícilmente se acceder al mercado laboral, incluso, para oficios no cualificados. Por ello el 82% de los adultos entre 25 y 64 años han obtenido el equivalente de un título de educación secundaria en Colombia.
Por otra parte, la deserción universitaria en Colombia alcanzó el 45.3 por ciento en 2009, lo que significa que uno de cada dos estudiantes que ingresan a la educación superior no finaliza sus estudios. Así lo registró el Sistema para la Prevención de la deserción Superior (Spadies), y todo se debe a problema económicos y a las altos intereses que las entidades del gobierno han impuesto sobre los créditos educativos, que aunque ha sido reducido al 12 por ciento en los últimos años, continúan siendo elevado. Diez años atrás los estudiantes terminaban pagando el doble del préstamo al terminar su universidad.
Hace dos años el gobierno aprobó 0% interés para las personas con bajos ingresos y condonación de la deuda para los mejores estudiantes.
Eriksen Søreide reconoce la alarmantes tasas de deserción en la ciudad de Oslo.
“Es un gran problema porque los jóvenes que no terminan su educación, tienen muchas dificultades para conseguir un trabajo y procurarse un futuro ellos mismo”. Y añade, que es importante buscar estrategias para mantener a los estudiantes motivados en las escuelas. Eriksen comenta, que se están llevando a cabo proyectos para hacer las escuelas más eficientes y comprometidas por el bienestar de cada estudiante desde la individualidad.
Así mismo Eriksen añade: “Si nosotros vemos que un joven tiene un problema, trabajamos sobre los motivos y soluciones, para tratar de prevenir una deserción. Mantenemos un dialogo en común entre la escuela y los estudiantes. También se integra la familia y el club deportivo y si hay problemas más graves algunas veces la policía interviene. También es importante conocer la salud mental del estudiante, por tanto, existe una cooperación entre los sistemas de salud y la escuela.
Otra razón que obliga a los estudiantes a dejar sus estudios son los embarazos no deseados. En Bogotá durante el primer semestre de 2012 se registraron 250 nacimientos en edades entre 10 y 14 años. Y en cuanto a niñas entre 14 y 19 años 9.365.
Profamilia, entidad que se encarga de educar a los jóvenes colombianos, en materia de sexualidad, ofrece atención gratuita a jóvenes entre los 13 y 21 años. Desde la secretaría de salud se han reunido equipos médicos integrados por psicólogos, médicos, enfermeras, que visitan a los jóvenes en sus casas, principalmente, en los barrios más pobres de Bogotá, orientando a los jóvenes sobre sexualidad. En algunos sectores no han sido bienvenidos, ya que algunos ciudadanos no han estado de acuerdo que a sus hijos se les hable de sexualidad.
Los esfuerzos no han sido suficientes y según la exministra de Educación, María Fernanda Campo, Colombia presenta la tasa más alta de embarazos no deseados en Latino América. Sólo en Bogotá, según la secretaría de educación, se distribuyen de forma gratuita cerca de dos millones de condones entre los jóvenes capitalinos. Dispensadores de condones no han sido posible ser instalados en los colegios, ya que la Confederación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia se opone argentando que esto podría distorsionar sus esfuerzos en materia de educación sexual.
En Noruega el aborto es legal. Cada mujer tiene el derecho a decidirlo antes de las 12 semanas de gestación.. En el 2012 se practicaron 3.010 abortos en Oslo de forma gratuita, cantidad que representa casi el 30 por siento del nacimiento.
La distribución de condones es gratuita, los jóvenes pueden incluso solicitarlos al centro de salud más cercano y son enviados a vuelta de correo totalmente gratis.
Eriksen comenta que actualmente se esta adelantando un proyecto para facilitarle a las jóvenes entre 18 y 24 años píldoras anticonceptivas de forma gratuita. Se hacen grandes esfuerzos para que los jóvenes tengan fácil acceso a los sistemas de salud y encuentren soporte en los equipo médicos.
Si bien es cierto que Noruega es un país muy rico a diferencia de Colombia, continúa siendo un país con mentalidad austera y preocupado por que la distribución de la riqueza sea equitativa. Desde finales de 1990, el país coloca sus ingresos petroleros destinado a financiar su generoso Estado de Bienestar.
En una sociedad donde rige lo individual y no lo colectivo, la riqueza estará siempre mal distribuida, en manos de unos pocos, generando marginalidad, desigualdad y violación de los derechos humanos más fundamentales.
El modelo económico y social noruego es un ejemplo a seguir en Europa. Un país con gobiernos transparentes, con una tasas muy baja de corrupción. Con impuestos muy altos que se devuelven a toda la población en educación y salud gratuita, subsidios de desempleo, de vivienda y de protección para la familia. El reparto de la riqueza es equitativo, con un estado generoso que vela por el bienestar colectivo y por tanto los ciudadanos confían en su Estado.
La igualdad tienen un componente moral entre la sociedad noruega, aquí no existen jerarquías, el jefe es un empleado más y no es visto como una figura de poder, ni tiene mayores privilegios. La diferencia entre hombre y mujer es mínima, las mujeres han alcanzado las más altas posiciones en la misma proporción que los hombres.
Aquí se puede ver al primer ministro yendo en bicicleta a su trabajo o al presidente ejecutivo del mayor banco del país, haciendo compras en un supermercado con sus hijos tranquilamente.
Cada persona es vista como un potencial y una inversión para el futuro. Por eso el estado, protege a los niños y las madres principalmente. Cerca del 80% de la mujeres trabajan y cerca del 82% tienen hijos menores de 10 años. Las mujeres pueden elegir entre 46 semanas de licencia de maternidad, recibiendo el 100 por ciento de su sueldo o 56 semanas con el 80 por ciento. Los padres a su vez puede disfrutar de otras 10 semanas sin ninguna reducción de su salario.
Dugna es una actividad comunitaria que se realiza dos veces al año en Noruega y quizás podría explicar la idiosincrasia del país nórdico. Se trata de reunirse con los vecinos y dedicarle una tarde a la comunidad. De forma voluntaria los participantes trabajan por una causa, tales como pintar el colegio donde sus hijos estudian o hacer mejoras en el barrio.
Noruega, antes de convertirse en lo que es hoy, el dugna estaba ya presente. Un espíritu de solidaridad y colaboración por una causa común.
Un estado de bienestar es un estado que suministre a sus ciudadanos más necesitados los derechos más básicos, desde que se nace hasta que muere. En Colombia el bienestar no proviene del Estado, se obtiene si se nace en una cama de oro, pero lo pierdes sí naces en una cama de paja. Se necesitará tiempo para que las institución políticas se fortalezcan y donde valores como la solidaridad y la cooperación prevalezcan por encima de un enfoque economicista.
Si bien los colombianos somos una sociedad que se caracteriza por la lucha diaria, por el empuje y las ganas de prosperar, sin embargo, muchas veces es más importante el fin y no, los medios para alcanzar lo que deseamos, por ello esa inmensa energía creadora se despilfarra entre la depredación y la violencia.
Las condiciones están dadas para el cambio social y la educación debería ser el fundamento. Las artes y las letras deberían estar ligadas a la economía familiar, donde encontremos un camino directo, sin desvíos, hacía un éxito profesional, que nos inspire un nuevo modo de pensar y de ser proactivos en función de la sociedad y así apostarle por un país mas prospero, justo y no violento, como todos soñamos.
