El futuro de Sopó por encima de los partidos

El 28 de octubre tuvo lugar un suceso democrático a partir del cual se determinó, en cabeza de quién estará la responsabilidad de dirigir los destinos de nuestro Municipio durante los próximos 4 años, pues los soposeños decidieron quién sería su Alcalde y quiénes sus Concejales para el próximo período constitucional.

Como participante de la contienda política y dejando de lado las quemaduras, que ya empiezan a sanar, pues el tiempo lo cura todo, debo declararme sorprendido por los resultados de la jornada, pues he de reconocer que tenía la férrea convicción sobre la victoria que obtendría nuestro candidato (nadie apoya a nadie sin que haya convicción sobre el triunfo) y además, que en mis cuentas, la “pelea” por la primera magistratura del Municipio era con otro candidato que igualmente perdió en los comicios, es decir, nunca estuvo entre mis cálculos, y creo que tampoco en los de mucha gente, que el alcalde para Sopó, 2008-2011 sería William Octavio Venegas, como fue sellado por la voluntad popular.

No obstante mi sorpresa, quisiera expresar que tras revisar minuciosamente los diferentes programas de gobierno de los otros candidatos a la alcaldía, lejos ya de la pasión de la competencia y con la serenidad que permite un juicio aceptablemente objetivo, he descubierto sin asombro, algo presente siempre ante mis ojos que no querían ver, y es que, de lejos, en dichos programas, hay más coincidencias que divergencias respecto a la concepción del municipio que queremos, razón a partir de la cual he llegado a pensar que, en mi modesto entendimiento, estamos frente a un momento decisivo para el futuro de Sopó, pues la forma en que se adelante la gestión de la próxima Administración y del Concejo Municipal, influirá decididamente, para bien o para mal, en la calidad de vida que hasta ahora nos ha brindado esta tierra.

En efecto, la coyontura, fruto de la jornada democrática puede resolverse cuando menos en tres vías, a saber:

Una administración revanchista frente a aquellos que no apoyaron su propuesta de gobierno, enfrentada a una oposición irracional que obstaculiza sin argumentos.

Una administración benevolente con los adversarios vencidos que les brinda todo cuanto puede, al punto que la oposición debe quedarse replegada para no morder la mano que le da de comer.

Una administración objetiva, que no discriminará por su color político a quien tiene los méritos para ocupar un cargo o realizar una gestión, acompañada por una oposición racional y sustentada, en donde se apoye lo que tienen de común las partes y se argumente con seriedad y transparencia el porque de aquello con lo cual no se está de acuerdo.

Así las cosas, para mi está claro que, si lo que importa es el futuro del Municipio por encima de los partidos, es indispensable tomar partida por la última alternativa y ponernos la camiseta para sacar este proyecto adelante, porque Sopó necesita del concurso y la participación de cada uno de nosotros, para que desde nuestra orilla, hagamos parte de la solución a todos nuestros problemas.

Dentro de ese contexto, me tomo el atrevimiento de invitar en forma respetuosa a la nueva Administración, al nuevo Concejo Municipal y a todos los ciudadanos de este bello municipio, a demostrar que sí es posible trabajar por lo que tenemos en común, respetando nuestras diferencias y haciendo cuanto podamos para lograr el bienestar de nuestra colectividad. Hablando metafóricamente, hagamos como se hace en los campeonatos deportivos que se organizan para conformar una selección, en donde el equipo campeón forma la base del nuevo colectivo, pero a éste se invita a jugar a quienes tienen las condiciones para hacerlo, de manera que, sin importar cuál era el equipo con el que jugaron el campeonato, cuando hay un ganador, todos están atentos porque si los llama el profe… hay que ponerse la camiseta y salir a jugar.

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