Esta es una historia fuera de la cotidianidad de nuestro municipio. Haré una narración de lo sucedido el viernes 30 de octubre, algo totalmente irónico.
Saliendo del paraíso donde vivo, un municipio de élite, hacia la universidad iba pensando en el problema presupuestal de la educación pública y las oportunidades para futuros estudiantes, algo preocupante por estos días. Al llegar al parque principal observo algo desconcertante, pues esta lleno de soldados y de tanques de guerra y un montón de niños encima de ellos, algunos disfrazados, como haciendo una parodia de la guerra, un carnaval en torno al lamentable contexto nacional, tocando e idealizando las armas. ¡Que cuadro más aterrador!
En ese momento las cifras se me vinieron a la cabeza, es la primera vez en la historia de Colombia que el presupuesto para “defensa y seguridad” es mayor que el de la educación, y por lo visto esto llego a nuestro municipio, el día de los niños adornado por militares y tanques de guerra. ¿No sería mejor, le pregunto al señor Alcalde, ¿Una obra cultural o académica para este acontecimiento? ¿Será que los niños y los asistentes sabrán que cada equipo para un solo soldado alcanzaría para la educación de 7 niños o jóvenes?
Además de lo anterior, observo que fuera de las vallas de seguridad se encuentran algunos jóvenes con pancartas y consignas como “+ libros – armas”. Estaban en su legítimo derecho de una protesta pacífica y muchos de los asistentes los estaban apoyando. De repente llegó la policía y tapo dichos carteles con letreros que decían “los niños sonríen felices”. ¿Desconcertante verdad? Frente a esto, uno de los jóvenes participantes dice en voz alta “los niños sonríen felices a la sombra de los tanques”. En medio del único acto sensato y consecuente con la realidad de nuestro país expresado por estos jóvenes, se acerca la primera dama del municipio y les grita que sus pancartas fomentan el apoyo a las drogas. ¿Pueden creer ustedes tal irrespeto hacia la juventud inteligente del municipio y que poca conciencia frente al conflicto armado del país y de la inmersión de los niños en el mismo?
Yo le pregunto a esta mujer organizadora del evento si querer un país sin armas, sin violencia y con mayor educación es querer la legalización de la marihuana? Lo dudo totalmente, además no tiene ninguna relación con la intención evidente y lógica de la manifestación de estos jóvenes valientes. No obstante a lo anterior, iban y venían comentarios e indirectas de los jóvenes a los policías y biceversa. Los policías argumentaban estar entrenados, los jóvenes decían que ellos eran sujetos de derechos y seres humanos pensantes.
Después de esta nefasta celebración termina el evento militar y bélico, fotos, agradecimientos, unos de acuerdo, otros en contra, se fueron los militares.
Ahora bien, ¿Por que se exalta la violencia con este tipo de eventos? ¿En que momento la guerra y las armas, se volvieron algo común, como un juego de niños?, y lo más perverso, ¿En el futuro cuántos de los niños participantes de este evento organizado por la administración municipal, preferirán aferrarse más a un fusil que a un libro? ¿Que tipo de conciencia estamos formando? ¿Cuando será el momento en que los dirigentes se den cuenta que las armas no son la solución sino parte del problema?