Desde este lunes, y por iniciativa del grupo Vigías del Patrimonio de Chía, la secretaría de Obras Públicas de Chía encerró con vallas la icónica escultura Diosa Luna para impedir que vándalos sigan haciendo de las suyas.
Grafitis, rayones, lozas desportilladas, basura y hasta escombros dentro de la fuente son el día a día del tributo al pueblo Muisca, erigido hace más de 80 años.
“Restringir el paso de los ciudadanos nunca fue nuestra idea… no obstante, los daños recurrentes al monumento no nos deja otra salida”, señaló Alberto Torres, secretario de Obras Públicas.
Por ahora, las vallas estarán de modo permanente y, según explicaron voceros de ese despacho, se castigará acorde con el código de Policía a quienes las violen.
Prensa Alcaldía Municipal de Chía