El pasado jueves 18 de agosto se reinauguró el espacio del balcón de La Casa sede de la Sociedad San Vicente de Paul, donde están ubicados los frescos o pinturas antiguas que fueron restauradas para esta ocasión. Se reunió La sociedad San Vicente de Paul, algunos invitados y el Párroco, quien bendijo las obras.
La demora en este proceso se debió a varios factores y malos entendidos, pues cuando el Maestro Efraín Rengifo comenzó a intervenir las pinturas en el mes de febrero, la oficina de Planeación y El inspector pararon el proceso por una queja de La Junta de patrimonio, pues según ellos la Casa Vicentina era patrimonio nacional, nos contó la señora Ana Luisa Martin de Martínez, representantes de La Conferencia de mi Padre Jesús de la Piedra de Sopó, Sociedad San Vicente de Paul.
El inspector les indicó que hablaran en la casa de la Cultura para aclarar el tema, pero allí les dijeron que fueran al Ministerio de Cultura. Luego la Sociedad volvió a preguntar en planeación, pues la idea era terminar el trabajo lo antes posible, allí les pidieron documentación del maestro que estaba realizando la obra. La Sociedad San Vicente radicó los papeles y luego los enviaron a La Casa de la Cultura donde les asignaron una asesora, pero dicha persona estaba en licencia de maternidad y no se obtuvo ninguna respuesta. Se regresó a Planeación y les dijeron que no les competía a ellos sino a Cultura.
Para resumir; después de otras 3 audiencias, el día 6 de julio, el señor inspector ordenó no declarar Infractora a la Sra. Ana Luisa Martin de Martínez, suspender los efectos de dicha decisión y dar un plazo de 15 días hábiles para que alguna entidad se pronunciará de fondo respecto de la naturaleza de los frescos. Una vez agotado dicho termino y sin haber obtenido ninguna respuesta de fondo de estos, ordenó el levantamiento de la suspensión temporal de la obra. El 19 de Julio quitaron el sellamiento y se retomó la tarea.
El maestro Rengifo encargado de este trabajo es reconocido por su estilo naif y costumbrista donde usa colores puros y vibrantes, sus pinturas primitivistas encarnan un gusto genuino por los pueblos de Colombia y sus tradiciones folclóricas y arquitectónicas.
Cabe resaltar el esfuerzo de la Sociedad San Vicente de Paul al hacerse cargo del costo total de la restauración, pues nunca hubo ningún apoyo de la Administración municipal ni otra entidad, a pesar de todos los inconvenientes anteriormente mencionados.
Recordemos que doña Rosita Acosta, caracterizada siempre por su generosidad y su compromiso con la población necesitada, estableció en el año 2000 una cláusula donde notificaba la donación de la casa de la familia Acosta a la Sociedad San Vicente de Paúl. Ver más