El fenómeno de la niña que ha causado una ola invernal con impactos desastrosos para el país, afectó en gran medida el Departamento de Cundinamarca afectado a municipios como Chía, Cajicá, Cota y Zipaquirá entre otros. Los daños económicos y de infraestructura como la Universidad de la Sabana han sido alarmantes.
Nuestro municipio presentó inundaciones y deslizamientos de consecuencias considerables, según la Secretaría Muncipal de Planeación más de 900 hectáreas se vieron afectadas en Sopó por el fenómeno de la niña, 300 de ellas están ubicadas en el sector de Hatogrande donde el desbordamiento del Río Bogotá causó inundaciones y las otras 600 se encuentran distribuidas en las veredas de La Violeta, Meusa, Mercenario y San Gabriel debido al desbordamiento dcloel Río Teusacá.En Sopó se tienen cuantificadas 3 familias afectadas por las inundaciones, correspondientes a las veredas de Hato Grande, Centro Alto sector El Carmen y Gratamira.
Las lluvias que afectaron nuestro municipio causaron una grieta ubicada en el Sector de la Virgen Ubicado entre Centro Alto y El Chuscal, causando la reubicación de una familia que se desplazó de su vivienda como acción preventiva.
Jaime Sánchez, Coordinador del comité local para la atención y prevención de desastres, CLOPAD, quien estuvo al frente de la situación aseguró a El Hablador que algunos de los jarillones se encontraban en abandono o sin mantenimiento, también existen “obras que no se debieron haber realizado” según el Coordinador, las cuales contribuyeron a que el agua buscara su cauce normal. “Para todo esto ya se tomaron las medidas respectivas”, concluye Sánchez.
La situación está controlada y los soposeños podemos sentirnos privilegiados por no pertenecer a la lista de municipios con grandes cifras de pérdidas y damnificados, sin embargo, esta situación invita a reflexionar sobre la conciencia ambiental y las acciones preventivas para no presentar en un futuro afectaciones por las lluvias.