En total calma transcurren los comicios en el municipio de Sopó, Cundinamarca. A las 7 de la mañana se abrieron las puertas del coliseo municipal para dar ingreso a los jurados y a los testigos electorales. Minutos después los testigos de los diferentes partidos recibieron inducción sobre cómo diligenciar los formatos de control en el momento del conteo. Con un total de 27 mesas y un potencial electoral de 12.468 votantes de los 20.500 habitantes que tiene el municipio.
A las 8:00 en punto de la mañana, después de entonar el himno nacional y el municipal, los habitantes de Sopó se unieron a la expectativa nacional de conocer el nombre del futuro Presidente de Colombia, o en su defecto los nombres de los dos candidatos que pasarán a segunda vuelta. Siguiendo las reglas establecidas en una pasada reunión con la registradora municipal Elizabeth Bermúdez, otras autoridades del municipio y representantes de los diferentes partidos, se prohibe el uso de camisetas con logos de partidos políticos o símbolos relativos a los mismos; se prohibe la entrega de ayudas en el marco del parque principal o en el lugar de votaciones; se prohibe que los partidos hagan proselitismo en el mogador. Sin embargo ya se ha sabido que en algunas veredas como Bellavista, seguidores del Uribismo están entregando jugos a las personas que se dirigen a ejercer su derecho al voto en una de las elecciones más controversiales en la historia política de Colombia.