A propósito de este mes que concluyó, en el cual teníamos la expectativa de publicar en nuestro periódico impreso y varios artículos conmemorativos en honor a las mujeres; La existencia humana se ha visto un poco “obstaculizada” por este suceso sin precedentes en la historia, que a su vez invita a pensarnos, otorgándonos una oportunidad. He aquí una reflexión basada en el pensamiento de Clarissa Pinkola, una Mujer trascendente, que nos adentra en la vida y el quehacer de 1, 2 y 3 mujeres jóvenes de nuestro municipio, que representan la pujanza de todas y cada una de las soposeñas ávidas de transformación.
Tanto los animales salvajes como la mujer salvaje están en peligro de extinción
Participación de varios colectivos el pasado 8 de marzo, Día de la mujer
No es casualidad que la naturaleza de nuestro planeta este desapareciendo a medida que se desvanece la comprensión de nuestra íntima naturaleza salvaje. Ustedes se preguntarán, ¿de qué habla?… hablo de mujeres señores, señoras, y público en general, hablo de nosotras, ¡todas!
A lo largo de la historia “pasada” nuestro territorio femenino, desde nuestro ser natural, partiendo de nuestro cuerpo, lugar físico, y espíritu han sido exfoliados y quemados, nuestras vidas han sido saqueadas arrasadas de nuestros ciclos naturales, obligadas a adaptarnos a ritmos artificiales para complacer a los demás.
Los lobos, los osos, los coyotes y las mujeres “inconformistas” tenemos una fama parecida, se nos considera poco gratos, congénitamente peligrosos y voraces. Pero hay una buena nueva; que la maltrecha vitalidad de las mujeres se puede recuperar, de múltiples formas, empezando desde nuestro interior.
Las mujeres modernas no debemos seguir siendo un borroso torbellino de actividad. Viéndonos obligadas a serlo todo para todos. Ya es hora de restablecer la antigua sabiduría.
Los lobos sanos las mujeres sanas, compartimos una aguda percepción, un espíritu lúdico, y una elevada capacidad de afecto. Los lobos y las mujeres somos sociables e inquisitivas por naturaleza estamos dotadas de una gran fuerza y resistencia. Somos también extremadamente intuitivas nos preocupamos con fervor por nuestra pareja, hijos, familia y sociedad.
Somos expertas en adaptarnos a las circunstancias siempre cambiantes somos fieramente leales y valientes. Y, sin embargo, ambos hemos sido perseguidos, hostigados, falsamente acusados de ser voraces, taimados demasiado agresivos de valer menos que nuestros detractores.
Es “hoy aquí ahora” el momento perfecto para borrar este capítulo y volver a escribir nuestra historia. Con ustedes un abrebocas de nuestra nueva temporada.
Giselly Farías
¿Quién es Giselly Farías?
Soy artista visual, ilustradora, panadera y empresaria. Quisiera ser muchas otras cosas, que el tiempo no se quedara corto y tener mucha energía para estudiar, aprender de otros y hacer más.
Soy hija de Neydy Forero, tengo una hermana y cinco hermanos.
La figura de mi mamá, tenaz y generosa me ha inspirado desde mi juventud que con algo de temor le veía desde mi rebeldía mal construida, ser y hacer más de lo que podía por trabajar y criar al tiempo y además cuidar de ella misma y la gente a su alrededor.
Mi construcción como mujer estaba hilada a mi forma de ver la vida a través de los ojos de mi mamá, eso cambió el día que decidí irme por un año (2014-2015) para trabajar como niñera en Estados Unidos en los programas de intercambio llamados Au Pair. Diría que ha sido una de las experiencias más significativas para mi vida, son esas líneas delgadas en el tiempo que uno sabe con seguridad que le cambiaron la mirada.
Ilustración de Giselly. Cuenta de instagram @quema_la_casa
Durante ese año entendí varías cosas, velar por el bienestar de otros, en este caso de un niño de 5 años y una niña de 11 meses; hace que uno se desarme, en el buen sentido. Se desarma uno para ponerse en el lugar de otros y entender que lo que para uno puede ser insignificante, para otro es vital e importante.
La ciudad en donde por fortuna viví, se llama Oakland en el estado de California. Los lugares donde habitamos, también nos construyen como seres humanos, por eso creo que fue una ciudad que me cambió.
Vecina de la histórica y progresista Berkeley, Oakland me mostró lo que una ciudad puede ser, organizada, amable, incluyente, limpia, unida, comprometida con el medio ambiente, todo esto incluso en medio de una historia cruda de racismo e injusticia social.
Allá cambié mis hábitos, empecé a ganar mi propio dinero y a considerar cada vez más el trabajo tan intenso que mi mamá llevaba en las espaldas.
Durante ese año, conocí a una mujer que con generosidad me educó y me mostró herramientas para pensarme como alguien que puede hacer cualquier cosa que ponga en la mira, esa mujer es Miriam Dimmler, la mamá de los niños que cuidaba. Profesional, siquiatra infantil, cocinera, esposa, una mujer tesa, cariñosa y directa, de origen cubano, criada en el Bronx, becada desde niña para estudiar, una súper humana para mí.
Ilustraciones de Giselly. Cuenta de instagram @quema_la_casa
Al regreso a casa, sentí frustración, sabía que quería emprender proyectos para cambiar mi entorno, me dediqué al restaurante, pero en medio de un año difícil me enfermé, paré y cuando me sentí recuperada, me volví a ir a Oakland. Esta vez de aprendiz en dos restaurantes. Me enamoré de la comida, del negocio de la hospitalidad, me sentía a salvo y cómoda trabajando en un equipo en su mayoría conformado por mujeres, en restaurantes donde la comida importaba, donde el desperdicio estaba mal visto, donde se tomaban muy muy enserio los productos que venían del campo y a quienes los producían.
Alegremente regresé a mi casa después de un tiempo y con entusiasmo empecé a estudiar y aprender de pan, volví al dibujo y a la ilustración.
Y ahora estamos en un momento muy especial en el restaurante, porque estamos decididos a cambiar, a ser una empresa más responsable con el medio ambiente, a ser más conscientes de nuestro papel como cocineros, a pensar nuestras cocinas como espacios donde puedan trabajar más mujeres, queremos transformarnos, sé que toma tiempo y que detrás hay investigación y también sacrificios.
Ilustración de Giselly. Cuenta de instagram @quema_la_casa
Muchas de las cosas que me componen como mujer las construí por fuera, pero es un sueño mío cambiar mi entorno, mi pueblo, mi casa, mi familia a través de esas historias y de las que construyamos aquí a partir de ahora.
Soy una mujer, que ha podido moverse mucho, pero no me muevo sin la consciencia de que mis abuelas y mi mamá lo hicieron posible para mí y yo quiero que no tengan que pasar generaciones para juntas hacer algo de impacto para las demás
Por último, diría que soy una mujer que tiene amigas y un círculo poderoso de chicas que me han ayudado y que espero estar ayudando desde el respeto, la escucha, el cuidado y la colectividad.
¿De donde surge la idea de crear un colectivo?
Era una necesidad, con Valentina Chacón hace un año nos habíamos reunido a poner en un papel, qué chance teníamos de hacer algo juntas y eventualmente animar a más chicas a unirse. Lo pensamos como un semillero de investigación, pero finalmente hace poco nos reconocimos como un colectivo.
Y digo que es una necesidad porque para mí hay algo poderoso sobre reunirse, contar y compartir historias, escuchar y debatir. Sobretodo si somos mujeres en un pueblo, donde por años hemos tenido conflictos basados en chismes y rumores, situaciones que nos impiden acercarnos y conocernos.
El colectivo está direccionado a generar proyectos viables, por ejemplo, de reconocimiento al trabajo doméstico, de oportunidades profesionales para todas, de visualización del acoso en las calles, la violencia doméstica, la violencia de género, la educación sexual, que es tan urgente para todos.
Queremos sobretodo construir comunidad, ya somos 15 mujeres en el grupo, todas somos muy diferentes y en esa diferencia hemos encontrado un espacio seguro para reunirnos a proponer cosas.
Nos vemos sobretodo como los seres humanos que somos y siento que en el paisaje nos contemplamos las unas a las otras como iguales de poderosas, inteligentes y valiosas. Cada una desde sus profesiones, quehaceres, talentos, pasiones, experiencias, construye esto que estamos haciendo. Y creemos que lo que hacemos desde nuestro ser de mujer, nos conecta con el resto de cosas, temas que queremos empezar a visualizar, la contaminación en Sopó, la basura que generamos, el cuidado de nuestro territorio, el problema urgente del agua y en general temas de consumo que nos afectan enormemente.
¿Qué actividades desarrollan al interior del colectivo?
Integrantes Colectivo Re-paramos
En el mes de marzo nos estamos reuniendo una vez a la semana para realizar tertulias, cada una pensada sobre un tema. Hasta la fecha llevamos dos, la primera fue “Pensar el amor desde otros frentes” y la segunda “¿Cómo impactamos desde nuestro quehacer?. Las dos resultaron en encuentros muy afortunados porque tenemos muchas ideas que queremos convertir en proyectos. El 7 de marzo, organizamos la Primera Feria de Manos y Voces Creativas. Un espacio pensado para mostrar emprendedoras, artistas y hacedoras de Sopó y amigas de pueblos vecinos. Es una feria que se va a realizar periódicamente en La Burger House. El 8 de marzo, salimos a caminar con nuestras mascotas y familiares con carteles sobre la empatía y el poder de las mujeres cuando estamos juntas. Caminata que terminó en el parque principal donde participamos en una actividad muy bella y sentida organizada por la colectiva de ContraAcciones, una reflexión sobre la violencia de genero y los feminicidios en América Latina. Me parece súper poderoso e importante lo que está pasando en Sopó, tenemos la oportunidad de juntarnos, organizarnos y con trabajo duro creo yo, llegar a otros lugares.
¿Qué mensaje le dejas a las mujeres de Sopó?
Que nos desarmemos, que es tiempo de Reparar, de quitarse los guantes y reunirnos.
Que el mundo, en este caso nuestro territorio, nos necesita. Creo profundamente que nosotras podemos hacer de Sopó un pueblo cultural, amable, un lugar seguro para ser mujer, un municipio ejemplo en educación, en formación artística, en oficios, en gastronomía, en sostenibilidad.
Ilustración de Giselly. Cuenta de instagram @quema_la_casa
Hay que tumbar esa idea de que somos competencia, ¿competencia de qué? Hay que cuestionarse cuál es la raíz de nuestros conflictos, de nuestro odio por la otra, de nuestra rivalidad. Y para resolver todas estas inquietudes podemos empezar por reunirnos, por hablar, por escuchar, vale la pena al menos darnos el chance.
Muchas tenemos el privilegio de haber tenido oportunidades específicas para poder hacer cosas que antes eran imposibles siquiera soñar, pensemos en las muchas otras que necesitan atención, ayuda, soporte, educación sexual, cosas que suenan simples y que suena ridículo pensar que muchas no tienen.
Para terminar, soy consciente de que son procesos complejos los de contar nuestras historias y ponernos en los zapatos de otras, pero con seguridad sé que es un ejercicio poderoso, terapéutico y necesario.
La invitación está abierta para todas y todos, a participar de las tertulias que estamos haciendo constantemente
Para estar más enteradas pueden seguirnos en el Instagram del Colectivo @re.paramos
Nos aliamos, paramos, reparamos, construimos.
Saris Moreno
¿Quién es Saris Moreno?
Soy artista plástica de la Universidad Distrital, ilustradora y profesora, con un fuerte interés por los estudios de género, feminista y activista, perteneciente a la Colectiva ContrAcciones, habitante de Sopó desde hace 20 años, latina y mujer.
Ilustraciones de Saris. Cuenta de instagram @brocolisatanico
Soy una más de las que se suman en pro de una misma causa, una más de las que creemos en que una sociedad equitativa y feminista es posible, una sociedad pensada para todos los géneros, donde la historia finalmente cumpla la deuda que tiene con nosotras después de siglos de silenciarnos y asesinarnos, soy una más de las que hoy gritan fuerte por años de callar, una más de las que hará justicia por aquellas que ya no están, una más de las que decidió crear lazos de hermandad entre mujeres, soy una feminista más.
Ilustraciones de Saris. Cuenta de instagram @brocolisatanico
¿De dónde surge la idea de formar un colectivo?
La colectiva surgió por la necesidad de unirnos como mujeres y hermanas en pro de una causa que nos atañe a todas y a todos. En casa nos reuníamos a conversar sobre las injusticias y violencias que como mujeres vivíamos día a día en nuestros entornos, también las violencias que han sufrido nuestras tías y abuelas, sentíamos bastante impotencia ante dichas situaciones y fue allí donde decidimos ponernos en la labor de crear una colectiva que trabaje en pro de los derechos de las mujeres, con acciones que eduquen tanto a hombres como mujeres, niños y niñas para construir una sociedad con conciencia y equidad.
¿Qué actividades desarrollan al interior del colectivo?
Integrantes Colectiva ContrAcciones
Realizamos actividades enfocadas a la igualdad de género, desde el movimiento feminista claramente. Buscamos articular el arte con estas problemáticas psicosociales y construir un producto reflexivo y de interacción con la comunidad. Implementamos dentro de los contenidos las estructuras sociales de género, raza y clase, rescatando la figura de la mujer en la mayoría de los ejercicios, sin embargo, el objetivo es ampliar las actividades a la deconstrucción de masculinidades en donde la figura del hombre también se hace visible.
¿Qué mensaje le dejas a las mujeres de Sopó?
Hoy y todos los días queremos dejar un mensaje de hermandad y de lucha, buscando que las mujeres de Sopó, al igual que todas, no vuelvan a callar jamás, que nunca más se calle el abuso ni las violencias, queremos mostrarles a donde podemos llegar cuando decidimos ser sororas, cuando dejamos de vernos y definirnos por nuestras parejas y comenzamos a vernos a nosotras mismas, queremos mostrar que hay muchas cosas que nos unen, que nos duelen, que nos frustran y que nos dan ganas de gritar o también de reír, queremos que se sienta con fuerza que somos la mitad de la población y crear consciencia del poder que tenemos, potenciarlo y liberarlo en pro de la igualdad.
Valentina Chacón
¿Quién es Valentina Chacón?
Soy soposeña, amante de la música, del paisaje montañoso, del servicio y los libros de dibujos grandes y pocas letras. Estudio filosofía porque me gusta ir al grano, a la raíz de la humanidad. Me gusta lo que hago porque lo he transformado para ayudarme , fortalecerme y dar una mano a los demás. Actualmente soy docente de filosofía para niños y este día a día me motiva a ser parte de la transformación de un mundo mucho más amable. Algunos días soy mesera en la Burger house y me gusta serlo, me gusta formar parte de un equipo dedicado al servicio, aunque éste sea el menos valorado por la gente.
Me gusta salir a conversar con mis amigos, tomar café en la tarde para acompañar mis lecturas y me gusta la tuna, el flamenco, el bamboleo y el pasodoble. Toco guitarra, flauta traversa y me gusta cantar.
Me emociona viajar, subir montañas y conocer personas nuevas.
Vengo de una familia muy valiente, donde el echar pa’lante es el objetivo pero estar juntos pase lo que pase el principio. Soy big fan de las figuras femeninas de mi familia. Y sin duda ellas han pautado mi carácter y me han permitido proyectar mi vida a tener un rol positivo para mi comunidad.
Valentina y su abuela
Mi abuela Sara Sánchez además de hacer los tamales legendarios del pueblo, daba los mejores abrazos. Me enseñó que llorar es necesario para “hacerle la limpieza al corazón” que debía sentirme orgullosa de mi sensibilidad, pues era esta la fuente de mi empatía. Mis tías Gloria e Isabel tienen clarísimo que el amor entre hermanas es el que permite sentirnos más humanas y ayudarnos entre todas. Este sentir es un legado vivo entre mi hermana y mis primas. Mi mamá Nidia es la figura de fuerza y pasión por excelencia. Cada día me transmite la importancia de querer un mundo mejor, de no quedarme de brazos cruzados quejándome esperando que las cosas pasen y se “resuelvan” solas. De que nos debemos amar como seres humanos, si importar el color de la piel, la inclinación sexual, las condiciones socioeconómicas ni mucho menos nuestras creencias.
¿De dónde surge la idea de formar un colectivo?
La idea de crear un colectivo surge de la inconformidad de vivir en una sociedad indiferente, hostil y pasiva. Siento que es fundamental unir nuestros saberes para lograr la transformación que tanto pedimos día a día, a partir de acciones simples que construyen comunidad.
¿Qué actividades desarrollan al interior del colectivo?
Reunión Colectivo Por la reconciliación ciudadana
La alianza que hemos hecho con Re-paramos nos ha dejado la gratitud de compartir la motivación para luchar por un objetivo: lograr concientizar sobre la importancia del rol de la mujer y el complemento con el hombre. A partir de generar espacios donde se construyen redes de apoyo como las tertulias de cada miércoles de marzo y de actividades que potencian las habilidades de las mujeres como la feria y la marcha queremos, más que hacer historia, construir una sociedad más amable y con una mirada de empatía y dignidad a la mujer.
¿Qué mensaje le dejas a las mujeres de Sopó?
Siento que si empezamos a darle valor a nuestras acciones más pequeñas en nuestra vida diaria, podemos comprender nuestro papel en el mundo y nuestra función en la sociedad. Aprovechemos que somos diversas para transformar y construir entre nosotras, mirándonos siempre a los ojos y no por encima del hombro.