Comer en ventas ambulantes es una práctica que todos en algún momento de nuestra vida hemos realizado; las justificaciones son muchas, entre las más comunes están: satisfacer antojos, tener una alternativa de alimentación barata y rápida o simplemente probar un plato novedoso; sin embargo consumir alimentos que se preparan y se venden en las calles, son una alternativa que puede salir cara para la salud, pues muchos de estos puestos exhiben los alimentos en la vía pública sin protección frente a las continuas emanaciones de gases que despiden los vehículos y la exposición al polvo, no tienen en cuenta las reglas mínimas de salubridad, no respetan la cadena de frío, no cuentan con certificado de manipulación de alimentos, por lo general no utilizan ni guantes ni pinzas, y las manos que tocan la comida son las mismas que manejan el dinero, sin ninguna prevención; todo lo anterior eleva el riesgo en los consumidores, de sufrir enfermedades gastrointestinales tales como salmonelosis, diarrea, gastroenteritis, indigestión, acidez o intoxicación.
Es claro también que las ventas ambulantes nacen de la necesidad que tiene la gente por garantizar su sustento diario, pero igualmente las ventas ambulantes existen porque la comunidad compra esos productos, lo que alienta la práctica y se vuelve un círculo vicioso entre la labor de las autoridades de policía, las de salud, los vendedores y los consumidores.
Sin importar cuantas ventas ambulantes retiren las autoridades, lo único cierto es que mientras la gente siga adquiriendo productos allí, los vendedores ambulantes mantendrán su oficio y no se esforzarán por competir en igualdad de condiciones de legalidad, sanitarias y de infraestructura, con los expendios de alimentos que ofrecen sus productos en un local, utilizando la indumentaria adecuada, pagando salarios, impuestos y atendiendo a los requerimientos sanitarios que dicta la ley.
La decisión de adquirir alimentos en sitios reconocidos, de confianza, que cuiden la salud de sus trabajadores y sus consumidores, es una decisión de responsabilidad y auto cuidado personal.
Prensa, Alcaldía de Cajicá