Las elecciones para elegir las directivas de los partidos que se llevaron a cabo el 26 de octubre, son en lo local un triunfo para el municipio de Sopó y en lo nacional una lección de lo que no se debe hacer.
Partamos de la base de que el país se gastó 22 mil millones de pesos en una consulta raquítica en la que solo se atrevieron a participar 3 de los 16 partidos registrados, El Conservador, El Polo y el Partido de la U. No puede ser bien visto que los que se quedaron en la casa por temor a que los cuenten, sigan hablando de democracia y representatividad popular. Si bien es cierto que es el Estado quien financia las consultas internas de los partidos que hacen la democracia, también deberia serlo que todos los partidos honraran al contribuyente haciendo buen uso de esta destinación específica de recursos. No vale la pena invertir tanto dinero de los contribuyentes en algo que a tan pocos interesa.
En lo que respecta a nuestro municipio se vio en las cifras de participación que el partido conservador es la fuerza decisiva al colocar cerca de mil votos. El Polo y al Partido de la U con una votación cercana a los cien votos. Guarísmos bajos si los hay, pero que de todos modos demuestra que Sopó sigue siendo campeón de democracia en cuanto a participación porcentual.
Sobresalieron en el municipio tres hechos relevantes a saber:
Para el directorio Nacional conservador la victoria fue para Luis Humberto Gómez Gallo, expresidente del senado, quién derrotó por un amplísimo margen a la senadora Carlina Rodríguez.
Para el directorio municipal los conservadores trabajaron sus votos y lograron buena participación y total renovación destacándose el concejal Luis Eduardo vélez quién superó los 200 votos.
En el nivel departamental la victoria es doble para Sopó y para la concejala Lucy Esperanza Díaz Hernández quién ganó la representación al directorio departamental con una excelente votación.
Résteme decir que la falla protuberante vino de parte de la misma registradiría que al no computar esa misma tarde los votos depositados co mo siempre se ha hecho, mostró falta de compromiso.
Ojalá que esta experiencia sirva para que los partidos piensen en una manera de elegir a sus dignatarios, más efectiva en cuanto a participación y menos onerosa en cuanto a su financiación.