“El Alma Desnuda tiene un segundo para cada ser humano”

teatro

Por: Junita Ramos

El grupo Espacio Teatral Presentará este mes la obra El Alma Desnuda, los días viernes 21 y sábados 22 a las 7:00 p.m. y domingo 23 a las 5:00 p.m. en el Auditorio de la Casa de la Cultura de Sopó. El Hablador habló de este montaje y la temporada gratuita con el Director del grupo, Maikel Betancourt.

EL Hablador: ¿Qué es el Alma Desnuda, de qué trata?

Maikel Betancourt: Esther Suárez, la escritora de la obra, logra en un titulo como El Alma Desnuda abarcar lo que es esta puesta en escena. Una invitación a desnudar el Alma, es una reflexión para el ser humano, es una puesta en escena que tiene un segundo para que cada individuo se sienta identificado

EH: ¿Por qué llega el grupo Espacio Teatral a montar esta obra? 

MB: Este montaje, no fue un proceso tan democrático yo traje un material para hacer reflexionar al grupo, en este caso El Alma Desnuda, para que ellos a través de este texto pudieran reflexionar sobre sí mismos, y creo que ese objetivo se logró.

EH: ¿En qué ha trasformado al grupo el proceso de montaje de El Alma Desnuda?

MB: Para todos, desde los actores, asistentes de sonido etc, es la obra en donde uno tiene 45 minutos de tranquilidad, de reflexión, de pensar, desde cualquier punto de vista. Yo creo que todos hicimos catarsis, durante el montaje. Esta obra trae temas a colación donde ellos mismos vieron su vida desde otra orilla, sin tener prejuicios, todos desnudamos el Alma

EH: La obra  se basa en la clásica historia de Pinocho ¿Qué transformación del tradicional cuento que conocemos podemos encontrar en el montaje?

MB: El Alma Desnuda es una obra escrita para títeres, cuando yo tuve el texto por primera vez en el año 2005, me pareció interesante porque era enseñar un discurso a través de personajes pintorescos como es el mismo Pinocho, Geppeto y su entorno. Me pareció que la gente iba a digerir más eso porque estaba cansada de escucharlo de su familia o la gente en la calle. Era contar la historia desde otro punto de vista más literario. Tal vez si pensáramos que Pinocho no es Pinocho y es un niño cualquiera o que Geppeto no es Geppeto sino el vecino la obra se iba a hacer muy difícil porque la gente le cuesta trabajo adentrarse en la misma sociedad. La gente asimila muy bien la obra, no hay fronteras, no hay escudos, ellos van entrando en la historia y siempre reflexionan.

EH: La obra entonces invita a ver la realidad como lo dice su slogan: Como no ser mentiroso si nadie quiere oír la verdad

MB: La mentira no sólo está dicha por una palabra, la mentira se dice hasta con el comportamiento, en esa famosa doble moral en la que vivimos todos, ya nadie es reflexivo, ya nadie piensa, ya nadie se molesta, ya todo tiene que ser bien y si no eres bueno entonces eres malo, la gente empieza a ser mentirosa para no verse tal cual es.

EH: Hablemos de los Personajes de la Obra

MB: Yo pienso que aunque los personajes están caracterizados en un entorno muy distinto al humano, estos son personajes disfrazados de sociedad. Que representan todo lo que pasa en la realidad. Al principio los propios actores no entendían el texto, pero cuando empezaron a creer en él se reconocieron así mismo, buscamos situaciones cotidianas con lo que decía el libreto y todo empezó a tener relación con nuestro entorno.

EH: ¿Cuál es la importancia de presentar una obra que reflexiona de manera fuerte sobre la sociedad en un pueblo como Sopó?

MB: Yo en un principio plantee la obra para hacerle una reflexión a los actores, me cuestioné constantemente si Sopó la recibiría bien, pero a medida que avanzábamos en el proceso, me di cuenta de que si funcionaba. Siempre había invitados a los ensayos, desde adultos, hasta niños, y todo el mundo quedaba atrapado. Eso me demostró que si funcionaba y era importante mostrarla en Sopó porque este pueblo no está excluido de la sociedad y sus problemáticas, Sopó necesita de la obra pese a ser un oasis en medio del desierto. El Alma Desnuda tiene un segundo para cada ser humano, hay un segundo que le toca a cada uno.

EH: Mucha gente cree que debe tener una disposición especial o una información previa para apreciar el teatro, ¿cuál es su punto de vista sobre este tema en relación con la obra?

MB: Lo primero que se debe hacer es crear el espacio idóneo donde el público se sienta respetado, y puedan entrar inmediatamente en sintonía, sin necesidad de que sean teatreros o artistas. En nuestra obra la gente se siente protagonista y eso los hace sentir parte de algo.

EH: ¿El Alma Desnuda es para todos los públicos?

MB: Una obra que aborde valores como el amor, la solidaridad y la sinceridad no creo que se deba restringir. Los niños hoy en día están expuestos a programas donde la violencia y la desinformación son constantes. Los más pequeños al ver el alma desnuda son los primeros en identificar que la obra muestra la transparencia, la ingenuidad característica de lo que es un niño.

 

Sobre Juanita Ramos Ardila

Soposeña. Con estudios de Periodismo y Opinión Publica de la Universidad del Rosario. Trabajó durante casi 5 años en los medios comunitarios del municipio, como Sopó Tv y El Hablador. Participó en el proyecto periodístico y social Código de Acceso de la Casa editorial El Tiempo. En 2010 dirigió el programa de opinión Charlemos, nominado a mejor programa comunitario juvenil a nivel nacional. Trabajó en la Alcaldía Sopó lo Construimos Todos en el área de juventud liderando el proyecto Colectivos de Comunicación. Perteneció como periodista a la Unidad Nacional de Protección entidad adscrita al Ministerio del Interior. Actualmente es redactora política en la agencia de noticias de Colombia, Colprensa y es integrante del grupo Espacio Teatral en donde se encarga del área de comunicaciones y del apoyo en la construcción de textos para teatro.

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